LA POSITIVA EVOLUCIÓN DE UN SUEÑO

Se iba acercando uno de los momentos más esperados en la Escuela (y el Club), el intercambio con los franceses. Muchos no lo conocían, otros ni lo soñaban. Pero ya hacía tiempo que mucha gente trabajaba para dar continuidad a aquel sueño que comenzó hace dos años.

Os ponemos en antecedentes: en julio de 2018 comenzó un proyecto que consistía en un intercambio entre las escuelas de dos equipos de sendos pueblos limítrofes del sur de Francia que se unieron para dar mayor empaque a sus escuelas (Layrac-Caudecoste), y los pequeños jugadores sub-12 de la Escuela del Sanse Scrum.

Tras aquella fantástica visita a tierras francesas, cuyo desarrollo podéis leer aquí, llegó el turno de los pequeños franceses. En abril de 2019 nos devolvieron la visita en un largo fin de semana donde nuestras familias de acogida se volcaron para hacer sentir a nuestros visitantes como en casa.

De nuevo, era nuestro momento. Otra horda de nuevos jugadores sub-12 visitarían las tierras francesas. Una visita en cuyo desarrollo se ha percibido lo más importante: el deseo de ambos Clubs por cuidar este proyecto, por mimarlo hasta el detalle, por que cada vez sea mejor, por que los niños y todos los miembros de la expedición disfruten, desde la humildad, sin alharacas ni mensajes vacíos, pero con lo necesario para hacer sentir como en casa a un grupo de españoles que visitaba de nuevo, con más ilusión si cabe que la primera, a nuestros hermanos franceses.

Y hablamos de evolución porque se respiraba en el ambiente la implicación de todo un pueblo en este intercambio. Se ha convertido en un acontecimiento tan importante para ellos como lo es para nosotros. Y se percibía en cada detalle. Los que tuvimos la suerte de vivir la experiencia en la primera visita y la hemos tenido de nuevo disfrutando de la segunda, hemos podido experimentar de primera mano esa evolución.

Fantástico el torneo organizado con otros 4 equipos, donde nuestros pequeños pudieron medirse a buenísimos jugadores franceses (estos niños llevan el rugby en vena), en un campo de hierba natural donde el barro hizo las delicias de nuestros pequeños, y llenó de nostalgia a los que recordamos batallas de antaño. Un torneo tutelado por Philippe Sella; ex-jugador francés; considerado el mejor jugador del mundo en la década de 1980, y Philippe Benetton, tercera internacional francés con 69 caps a sus espaldas. Un auténtico lujo del que disfrutaron los niños, pero que disfrutamos mucho más los mayores.


Otra novedad importante se produjo al acabar el torneo. Mientras los niños disfrutaban de un merecidísimo tercer tiempo preparado con mimo por componentes de la Escuela de Layrac, a los adultos les esperaba una recepción con exquisitos manjares organizada por el Ayuntamiento de Layrac, con la presencia del alcalde Rémi Constans, el entrenador y representante de AOCB Caudecoste Jérôme Caunes,  Mathieu De Carli y Éric Bourdheuil, los entrenadores y representantes de Layrac, Pascal Mel presidente de AS Layrac y Jérôme Lajus representante del comité 47, entre otras autoridades de la región, para agradecer a nuestro club la continuidad del proyecto de intercambio. Un detalle que denota ese escalón subido.


Por si fuera poco el subidón, también había que mejorar en lo profesional. Si hace dos años tuvimos la suerte de visitar las instalaciones de El Sporting Unión Agen, equipo que disputa la mejor liga de rugby del mundo, el Top 14, tutelados por dos jugadores del club (Andrés Zafra y Xerom Civil), esta vez pudimos verlos jugar en directo. Partidazo de liga contra Clermont, uno de los equipos mas potentes de la liga que pudimos disfrutar grandes y pequeños gracias a la invitación de nuestros anfitriones.


Como colofón a un día increíble, cenamos en la sede del otro club que forma parte de la escuela de intercambio, el Caudecoste. Una suculenta cena preparada por las familias que pudimos disfrutar en ambiente de rugby donde no falto la cerveza, las canciones, los bailes, y el tradicional intercambio de regalos tanto para los niños de nuestra escuela como para los pequeños jugadores franceses.


Aun quedaban muchas sorpresas para el domingo. El circo andaba por la ciudad y era carnaval. Nuestros jugadores pudieron disfrutar del mismo participando directamente en el desfile, incluso micrófono en mano cantando canciones.


Poco podemos contar de los dos últimos días los que partimos a Sanse el domingo, con el corazón encogido ante tan impagable muestra de generosidad y gratitud.


La experiencia vivida por nuestros pequeños jugadores y jugadoras es algo que llevarán siempre consigo. Quizá ahora no se den cuenta de la dimensión de lo vivido. Las familias de los nuestros son más conscientes de la dimensión del proyecto. La enorme generosidad de las familias de acogida es impagable. La amabilidad y atención de los Clubs anfitriones no tiene precio. La implicación de tanta gente para que un grupo de niños disfrute de un momento inolvidable es algo de lo que nos sentimos enormemente orgullosos.


Nada de esto sería posible sin el concurso de mucha gente, pero siempre hay personas entorno a las que gira todo, a las que todos recurrimos, a partir de las que se desarrollan la ideas. Es el momento de dar las gracias:

Estelle y Veronique. Veronique y Estelle. Una desde Sanse, la otra desde Layrac. Las verdaderas almas de este proyecto, siempre atentas de cada uno de nosotros, siempre preocupadas por cada detalle.

Gracias a la fantástica gente de los Clubs de Layrac y Caudecoste, al presidente de Layrac Pascal Mel, al director de su escuela David Claysac y los entrenadores que nos han acompañado (Anthony, Christophe, Gérald, y "Gigi" Sébastien Ginelli).

Gracias muy muy especiales a las familias que han acogido a nuestros pequeños en sus casas con tanto amor: Leo, Deborath, Mahieu, Louis, Amaury, Antonin, Theo, Veronique et Philippe, Noan, Alexandre, Pierre; gracias de verdad por hacer felices a nuestros más preciados tesoros.

Gracias también a los entrenadores de Sanse que se han ocupado de que todo fuera como la seda tanto en la estancia como en la organización y coordinación de cada actividad. Gracias Sandra, Kike, Manu y Eli.

Gracias a toda la gente del club que en mayor o menor medida se ha implicado en que este intercambio saliera adelante, a las familias de nuestros jugadores, las que tuvieron la suerte de acompañarlos y las que no pudieron, y que ya están trabajando en el recibimiento de nuestros hermanos franceses.

Un pequeño resumen de un fin de semana extraordinario, difícil de contar con palabras, que deja en cada uno de nuestros niños y niñas una experiencia inolvidable y en los adultos el agrado del trabajo bien hecho, la satisfacción de saberse partícipes y responsables de seguir alimentando esta maravilla, esta experiencia que seguirá marcando el destino de ambos clubes y llenando el saco de vivencias de nuestros pequeños jugadores, tanto franceses como españoles, en su paso por el rugby.


A l'année prochaine. Vive la France!!!!

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