Escuela: los linces crecen

El pasado sábado 27 de noviembre pudimos disfrutar de una estupenda jornada de Rugby, la tercera de la temporada, en el Polideportivo Martín Colmenarejo de Colmenar Viejo. Nuestros linces lograron la primera victoria nada más llegar, casi sin bajarse del autobús, puesto que vencieron a la meteorología que hasta ese momento había castigado a los prebenjas. La lluvia se tomó las de Villadiego al ver rugir a nuestros Linces en el el calentamiento, dando paso a un brillante sol que no se quiso perder el recital de Rugby que se prometía.

Comenzó la jornada a las 12.05 contra los Osos del Pardo Blancos, un derbi de la zona norte de Madrid que había levantado mucha expectación durante la semana. Tras un comienzo de partido un tanto dubitativo causado por los nervios y el sueño de la joven e inexperta plantilla, los Linces de Sanse impusieron su potencial en la flecha atacante. El trabajo realizado durante la semana en la “Siberia” Boyal salió a relucir y el libreto ofensivo propuesto por Eli y su cuerpo técnico desarboló a los Osos sin darles ningún tipo de oportunidad, situando el marcador final en un contundente 25 a 5 a favor de los Sanseros y logrando así el bonus defensivo. 

 

A las 12,45 de la mañana llegaba el momento que la afición había estado esperando durante meses. Los nuestros se enfrentaban al líder de la categoría, Arquitectura, que transita invicto por la temporada. Los blancos demostraron la clave que les ha aupado al frente de la tabla, el secreto mejor guardado de la historia rugby mundial: placar, placar y placar, y volver a placar y placar y placar… y así hasta el pitido final. Las ganas de los nuestros no fueron suficientes para poder luchar de igual a igual, y a pesar de que nuestros Linces sacaron sus garras y se pusieron manos a la obra en le placaje, ya era tarde, marchándose el partido con un doloroso 35 a 10 en contra. A pesar de lo abultado del marcador, el equipo mostró su mejor cara en la derrota, exhibiendo su capacidad de lucha y aprendizaje, y su crecimiento tanto individual como colectivo.

Nuestros rugbiers estaban deseando que comenzara el siguiente partido para poder resarcirse y a las 13,25 estaban de nuevo listos la batalla sobre el tapete verde, esta vez contra un viejo conocido, Paracuellos del Jarama. A pesar de la igualdad histórica de ambas plantillas, nuestros Linces sacaron lo mejor de sí mismos, empujando como cohetes en los rucks y ganando las melés… Vencieron donde se vencen los partidos de rugby, con la delantera ganando metros y los tres cuartos convirtiéndose en un auténtico martillo pilón. El resultado final, 30 a 20 a favor de los nuestros, habla por sí mismo del esfuerzo titánico realizado por todos nuestros Linces para lograr la victoria con el bonus ofensivo ante un rival parejo en plantilla y objetivos.

 

A las 13,45 nos llegaba el último partido, esta vez contra el mejor de los equipos de los Osos del Pardo, sus potentes Naranjas. Como si de una gran cena navideña se tratara, nuestros Linces dejaron lo mejor para el postre. Demostraron su capacidad de levantarse tras lo ocurrido contra los líderes para aplicar la misma medicina a los Osos, placar, placar y placar… De hecho, en las declaraciones de la rueda de prensa posterior al partido, Bruno, entrenador de la delantera, que todavía tenía los ojos cubiertos de lágrimas de la emoción, destacó la capacidad de aprendizaje de los nuestros y mostró su satisfacción por el festival del placaje llevado a cabo por nuestros felinos. Los Linces de Sanse destaparon el tarro de las esencias placando todos los tobillos naranjas, y junto a la espectacular ocupación de todas las zonas del campo, hizo que la balanza de inclinara hacia los nuestros desde el inicio del partido para llegar a un contundente 25 a 15 final.

 

 

Estupendo balance final de victorias, 3 a 1, que demuestra el crecimiento continuo de nuestros Linces gracias al duro trabajo realizado cada miércoles y cada sábado. Este equipo no parece tener límites pero sí un objetivo claro: seguir creciendo como grupo para poder sentarse a cenar en la misma mesa de los grandes equipos del Rugby Madrileño. 

 

 

Cronista: El Reportero más dicharachero de la Siberia Boyal

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