Escuela: la consolidación de los linces

Una mañana soleada de noviembre un campo plagado de equipos que encuadra todas las edades, los más pequeños del Sanse Scrum nuestros becerros, los más pequeños de la manada, entre nervios y expectación, al alzar la vista a las gradas y ver repletas de padres  aficionados al oval se ponen contentos saludando de un lado a otro, saben que son los protagonistas.

Los nuestros avanzan a la esquina del campo donde entre expectación y ganas de jugar, calientan y una arenga de sus entrenadoras donde les plantean lo entrenado estos días gélidos en la Dehesa Polar, los linces saben que se van a divertir.

 

En los primeros minutos de juego contra equipos donde jugadores más grandes y pesados que nuestros cachorros, parecen que nos harían añicos lo indicado por nuestras atentas entrenadoras. 

Numero 47 un titán de cinco años es placado por uno de nuestros chic@s, los compañeros de 47 empiezan aflojar y con respeto, gracia y tesón empieza una ensalada de ensayos, ellos los más pequeños se lo están pasando bien, los padres en las gradas también, se les oye, se nota que está en marcha una fiesta, el siguiente partido es un calco del anterior, dónde si que es verdad que la concentración se desploma, los peques se ponen a pastar como buenos becerros jugueteando entre ellos.

 

Pero aun así lo resuelven fenomenal.

 

Cronista: Omar Sánchez (papá de Lorenzo)

 

 

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