PREPARADAS PARA TODO

Ya éramos un grupo reducido, un equipo justo para afrontar la temporada en los meses de septiembre y octubre. Las chicas sufrían retiradas, Erasmus, cambios de club y por si fuera poco, cambio de equipo técnico, de métodos y de prioridades en el juego.
Finalizamos la primera vuelta donde, posiblemente nos correspondía, tras los tres equipos que disputan la DH, cerca de algunos y lejos de otros pero demostrando siempre, de qué materia se compone este magnífico grupo de deportistas.

Ya antes de Navidades, perdemos a Cris, por una lesión que le retira de la práctica del deporte que ama. No olvidaremos sus palabras el día que nos comunicó su adiós. Tampoco olvidaremos los ratos de buen rugby que nos ha dado hasta el último momento, y yo particularmente no olvidaré el esfuerzo de adaptación que hiciste con nosotros y las risas que me he echado contigo.

“Dios aprieta pero no ahoga” decían los viejos, a veces da la impresión de que cuando le da por apretar, lo hace de cojones…Carmenchu, pilar del equipo (en el sentido literal y figurado del término) se rompe el cruzado antes de poder jugar el primer partido de la segunda fase.

Lidia tiene que dejarnos en este punto por sus oposiciones.

En el segundo partido Bea Turner, emula a Carmen y se lesiona para el resto de la temporada.

Cualquier cosa parecida al éxito que  este equipo haya podido alcanzar habría sido imposible sin cualquiera de vosotras, vuestro compromiso y vuestra participación en el juego.

Comenzamos la segunda vuelta jugando mal en ataque pero ganando a Industriales y con cero puntos en contra.

En el segundo partido contra el Rugby Atleti, regalamos la pelota durante los primeros 20 minutos a las rivales, defendiendo eso sí, nuestra marca como titanes y comenzamos a ver una cierta progresión en el juego de ataque y sobre todo en la confianza de las jugadoras.

Ganamos bien a las chicas nuevas de Tres Cantos con un dolor en nuestros corazones y  un recuerdo presente de nuestra capitana.

Jugamos en cuadro contra CRC en un partido durísimo, con muchas jugadoras jugando fuera de sitio por necesidades y dejando grabada a fuego en la retina de quienes nos han seguido que a este quipo se le puede ganar pero nunca, jamás, se rinde. Ganamos, otra vez “a cero”.

Así llegamos al último partido contra el XV Hortaleza, equipo al que en la pretemporada habíamos ganado por 20 puntos y al que nos costó una vida meter el primer ensayo.

En definitiva, se consiguió el objetivo marcado pero se consiguió algo infinitamente más importante, la sensación de que estamos preparadas para todo.
La evolución de cada jugadora ha sido brutal, la capacidad del equipo para sobreponerse a situaciones muy difíciles encomiable.

Lo mejor de todo es que el Rugby, como la vida, nos depara una oportunidad tras otra, que esto es sólo un paso del camino, un sitio bonito en el que pararnos unos minutos a disfrutar de las vistas y que nos llena de ánimo para continuar la marcha, allá donde quiera que nos lleve.

Enhorabuena chicas, por ser como sois.