XV Sanse Scrum Cadete se lleva el triangular de la Dehesa Boyal

Una nueva temporada se inicia ante nuestros ojos.  El establecimiento de nuevos objetivos, mejorar lo realizado la temporada pasada y formarse para integrarse en los equipos senior, parece que ilusiona a nuestros chicos. Así les hemos visto entrenar con ánimo en las últimas semanas y afrontar estos primeros encuentros de preparación con renovadas ganas y fe en sí mismos, en sus posibilidades de victoria.
En el primer partido contra Arquitectura han hecho un rugby muy compacto y rocoso. Arquitectura, equipo al que ya conocemos muy bien, se caracteriza por el juego de conjunto. Sus jugadores se posicionan de forma muy profesional sobre el terreno de juego y juegan el balón a la mano con rapidez y precisión. Quizá adolezcan algo de falta de carácter en los placajes individuales pero lo suplen con buenas cortinas de jugadores que impiden el paso de los contrarios. Siempre que hemos jugado contra ellos nos han ganado gracias a crear superioridades en las bandas.

Hoy ha sido distinto. Nuestros chicos han formado la línea de manera muy escalonada y han impedido esas superioridades. En las bandas los jugadores del ala se han empleado con seriedad impidiendo las penetraciones que tanto daño nos hacían. La tercera línea se ha multiplicado en los apoyos y fruto de todo esto se ha visto un partido muy serio, un partido de jugadores que ya saben a lo que juegan. Por ambos bandos.
Como consecuencia de nuestra seriedad, el partido se ha jugado en el campo de Arquitectura. La habilidad de nuestro medio melé en recuperar balones y la rapidez en moverlo de nuestro apertura ha llevado en muchas ocasiones el balón a la línea. Mientras el balón salía de nuestro campo el juego ha sido casi perfecto. Cuando nos aproximábamos a su línea de veintidós ha dejado bastante que desear.  Entonces nuestros jugadores han pecado de una falta de serenidad que deben pulir aún. Hay que tener serenidad para ver cerca la línea de marca y en lugar de lanzarte hacia ella para ensayar sin importarte cuántos rivales tengas delante, buscar al compañero mejor situado y pasarle el balón. Pero lo aprenderán, es una de las técnicas que les queda para empezar a considerarse buenos jugadores de rugby.
Fruto de todo lo escrito llegó el primer ensayo. Tras varios rucks intencionados y ganados. El balón llega a Jiménez que girándose y percutiendo con fuerza rompe la cortina formada por los jugadores de Arquitectura ensayando bajo palos. Nacho transforma con un tiro muy seguro. Nos ponemos siete a cero en el minuto diez.

 Arquitectura quiere reaccionar pero nosotros no les dejamos. Se sigue jugando en su campo. Nuestros chicos están determinados a ganar este partido. Se nota en el interés que ponen en cada acción. Buenos placajes, buenos rucks. Las entrada a los rucks están mejor coordinadas que el año pasado. Solo por una jugada desgraciada pueden anotar los contrarios. Esta sucede en el minuto treinta de partido. Una patada a seguir no es interceptada por nuestra defensa que la deja pasar, ante la avalancha de contrarios se despeja con el pie, como un despeje defensivo de fútbol, rebota en un contrario y cae en la zona de marca donde con la dirección a favor no les resulta difícil ensayar. Fallan la transformación esquinada. Siete a cinco y quedan diez minutos.
Unos momentos de duda se suceden. Viejos fantasmas asoman en nuestras mentes. Ya hemos perdido en situaciones similares. Pero se rehacen. Guille inicia carreras perpendiculares. En una de ellas llega hasta la veintidós contraria donde es frenado. Pasa sobre Josito que busca su hueco pero también es derribado, pero alarga sobre Diego que chocando ensaya.  Nacho de un gran disparo transforma. Catorce a cinco y el partido concluye.
Contra Getafe el partido es completamente diferente. Primero destacar la fuerza mental de su entrenador que quiere jugar solo con los jugadores que se le han presentado. Trece. Una buena lección para todos aquellos a quienes no les ha apetecido venir a San Sebastián de los Reyes desde Getafe. Sus compañeros se han batido el cobre por ellos. También una buena lección futura para nuestros chicos. No se puede abandonar al equipo por comodidad.
Porque la verdad es que los getafenses han dado la cara y han luchado hasta el final con todas sus fuerzas. Como era lógico estas fuerzas tarde o temprano acabarían por abandonarles.
Viendo esta circunstancia hemos empezado sobrados. Con mal juego, distracciones y excesivo individualismo. Tanto es así que una patada defensiva, tirada hacia el centro y hacia arriba, ha caído en manos de la delantera de Getafe y han anotado. Con la transformación se han puesto cero a siete en el minuto cinco.
Los peores momentos de individualismo se han vivido en esta fase del juego. Todo el mundo quería solucionar el partido por su cuenta. Es cierto que al ser ellos dos menos se veían huecos por todas partes. Pero Getafe se defendía con fuerza, se multiplicaban en carreras para frenarnos y los nuestros se estrellaban una y otra vez contra la barrera defensiva de Getafe.
Pero lo cierto es que además de ser dos jugadores más había una diferencia de experiencia. Al final el carácter de los nuestros se ha impuesto. También su calidad. El partido lo hemos resuelto en las melés (sin superioridad porque se pactó de seis contra seis). Primero ganando una, con introducción contraria, en el minuto quince de partido.  Nuestro número ocho, Nacho, recoge y balón y por fuera ensaya. El mismo transforma y empatamos el partido.

Después robando Josito dos veces el balón al equipo contrario en melés perdidas. En la primera David se va por insistencia, chocando, cayendo, levantándose y driblando, hasta anotar muy esquinado. Nacho falla por poco la transformación. Doce a siete en el minuto veinticinco de partido.
En el segundo robo es el propio Josito quién transforma también muy esquinado. Nacho ahora lanza contra el travesaño. Diecisiete a siete a dos minutos del final.
El partido de Arquitectura contra Getafe no ha tenido historia. Getafe se ha vaciado contra nosotros y además se han quedado con otro jugador menos. A destacar la lucha de Getafe hasta conseguir el ensayo del honor. Cuando lo han conseguido han recibido una merecida ovación del público. Y la seriedad de Arquitectura que pese a la tentación de jugar individual contra doce lo han seguido haciendo en equipo y pasándose el balón entre sus jugadores. Sin duda la mejor forma de demostrar cómo se juega al rugby.
Por nuestra parte dar la bienvenida al equipo a dos nuevas incorporaciones. Mateo que nos aportará trabajo y fuerza a la delantera y Diego que traerá también fuerza y además velocidad como ha quedado demostrado en el ensayo conseguido.
Al haberse producido múltiples cambios daré la primera alineación y la composición del banquillo; aunque han jugado muy parecida cantidad de minutos todos los jugadores.